La orquídea phalaenopsis es una de las favoritas en el mundo de la jardinería, pero mantenerla en óptimas condiciones requiere conocer algunos puntos clave. La humedad es un aspecto crítico en su cuidado. Aunque proviene de climas tropicales, es un error común pensar que necesita un sustrato siempre húmedo. Es fundamental dejar que el sustrato se seque parcialmente entre los riegos para evitar la podredumbre en las raíces. Un buen método es revisar el sustrato: si está seco al tacto, es momento de regar.
La luz también juega un papel vital. La phalaenopsis prospera mejor con luz indirecta, ya que la exposición directa al sol puede quemar sus hojas. Lo ideal es colocarla cerca de una ventana con luz filtrada, o suavizar la intensidad solar mediante cortinas.
La fertilización es igualmente esencial, pero muchas veces se pasa por alto. Un error frecuente es no fertilizar lo suficiente, lo que afecta su crecimiento y floración. Es recomendable usar un fertilizante especial para orquídeas cada dos semanas durante la temporada de crecimiento, reduciendo la aplicación en invierno.
Seguir estas recomendaciones permitirá que los entusiastas de la jardinería disfruten de la elegancia de la phalaenopsis durante todo el año. Con el cuidado adecuado, estas orquídeas no solo florecerán, sino que también se convertirán en un atractivo central en el hogar.


