Vender una propiedad puede convertirse en una experiencia complicada si no se toman las precauciones necesarias. Expertos en el sector inmobiliario alertan sobre los errores más comunes que pueden generar problemas legales y económicos a los vendedores.
Uno de los deslices habituales es la falta de transparencia sobre la información del piso. La omisión de cargas o deudas vinculadas al inmueble puede llevar a acciones legales por parte de compradores que se sientan engañados tras completar la adquisición. Es esencial que los vendedores ofrezcan toda la documentación relevante, como recibos de la comunidad, certificados de eficiencia energética y detalles sobre posibles embargos.
Otro aspecto crítico es la correcta tasación de la propiedad. Fijar un precio muy alto puede ahuyentar a posibles compradores, mientras que un precio bajo puede significar una pérdida considerable. Contar con asesores profesionales es clave para evitar estos desajustes.
El descubrimiento de vicios ocultos, como problemas estructurales o de habitabilidad, también puede resultar en reclamaciones legales. Los vendedores podrían ser responsables si no informan de estos defectos. Por eso, se recomienda una inspección minuciosa antes de poner el piso en venta.
La redacción del contrato es igualmente crucial. Muchas veces se utilizan documentos estándar sin analizar las cláusulas específicas, lo que puede generar ambigüedades beneficiosas para el comprador y posteriores disputas legales. Es aconsejable contar con un abogado especializado que asegure que el contrato proteja adecuadamente al vendedor.
El método de pago es otro factor a considerar. Métodos como el pago en efectivo pueden implicar riesgos de fraude y problemas de trazabilidad. Se recomienda utilizar métodos de pago seguros y bien documentados.
En resumen, la venta de un piso demanda atención a numerosos detalles. La asesoría profesional es esencial para evitar complicaciones y asegurar una transacción segura y satisfactoria. La falta de pericia en estos aspectos puede acarrear no solo pérdidas económicas, sino también estrés y problemas legales para el vendedor.
