Toledo, 22 de abril de 2025.-
Un equipo de investigadores del Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (IRIAF) ha desempeñado un papel fundamental en la creación del primer genoma de referencia de alta calidad para la variedad Kerman, el tipo de pistacho más cultivado a nivel mundial. Este hito representa un recurso esencial para la mejora genética del pistacho y establece las bases para futuras investigaciones moleculares.
Castilla-La Mancha es la región que lidera en España en términos de superficie dedicada a este fruto seco, albergando cerca del 80 % de la producción nacional y generando el 74 % del total de la producción. Esto supone un considerable valor económico para la producción primaria en la región, cifra que se incrementa al considerar el valor añadido de la industria, ya que la mayor parte del pistacho se procesa en la misma área de cultivo. Sin embargo, hasta ahora, el pistachero ha sido poco investigado en comparación con otras especies agrícolas, en gran medida debido a la falta de un mapa genético de alta calidad.
Gracias a un proyecto de genotipado liderado por la Universidad de California en Davis, con la colaboración de investigadores del IRIAF, la doctora Adela Mena y el ingeniero Esaú Martínez, se ha conseguido desarrollar la versión más completa del genoma del pistachero, utilizando material vegetal de la variedad Kerman (Pistacia vera L.) proveniente del Centro de Investigación Agroambiental ‘El Chaparrillo’, en la Finca ‘La Entresierra’. Esta mejora en la representación del genoma permite conocer de manera más exhaustiva el conjunto de genes de la especie.
Los hallazgos de esta investigación, publicados el 19 de marzo en la revista científica ‘The New Phytologist’, proporcionan una base sólida para numerosos estudios orientados a la mejora del cultivo. Esto facilitará la creación de nuevas variedades que sean más productivas, con mejores cualidades, y que puedan adaptarse mejor a las condiciones cambiantes provocadas por el cambio climático, que incluyen diversos estreses bióticos y abióticos.
Asimismo, se logrará un entendimiento más profundo de los mecanismos moleculares que regulan la acumulación de proteínas y ácidos grasos insaturados en el grano, elementos directamente relacionados con el alto valor nutricional de este fruto seco.
La investigación también identifica cuatro etapas cruciales en el desarrollo de los frutos secos, abarcando desde la floración hasta la cosecha, incluyendo el endurecimiento de la cáscara y el desarrollo del grano, lo que ofrece una evaluación fisiológica completa y un análisis de su expresión génica.
El avance en la comprensión de los mecanismos moleculares involucrados en la formación de los frutos de pistacho proporciona una base sólida para el desarrollo de nuevas variedades con mayor valor nutricional y estrategias de gestión que incrementen el rendimiento, disminuyan los costos y mejoren la calidad. También tendrá implicaciones prácticas al permitir determinar con mayor precisión los momentos clave para el riego deficitario controlado y el momento óptimo de cosecha, facilitando así a los agricultores una gestión más sostenible de sus cultivos.
Estos nuevos conocimientos impulsarán investigaciones sobre la biología de los frutos de cáscara dura y el comportamiento asíncrono en el desarrollo de semillas y frutos, observado en algunas especies arbóreas, beneficiando finalmente el mejoramiento genético del pistacho, un cultivo de gran relevancia global, sostenible y altamente nutritivo.
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