Enrique Perezagua, natural de Toledo y nacido en 1973, inauguró el pasado jueves su nueva exposición titulada ‘Volver a empezar’ en el Centro Cultural San Clemente de la ciudad toledana. Esta muestra ofrece un recorrido por 50 de sus obras, realizadas en las últimas dos décadas, donde el artista explora el concepto de segundas oportunidades desde una perspectiva abstracta. Mediante el uso de texturas y materiales cosidos, Perezagua busca revitalizar lo que alguna vez fue considerado perdido.
La exposición, que estará abierta al público hasta el 9 de mayo, ocupa cinco salas del centro cultural y compila 20 años de trabajo en su taller de Sonseca. Este espacio ha sido crucial en su proceso creativo, ya que se ha convertido en un lugar donde materiales en desuso, como papeles desgastados y tubos fluorescentes encontrados, obtienen una «segunda vida» dentro de un modelo de «economía circular del arte».
El artista enfatiza que la esencia de ‘Volver a empezar’ es transmitir el mensaje de que, a pesar de los fracasos, es vital mantener la esperanza y avanzar. Para ello, transforma materiales considerados como residuos en obras artísticas que invitan a la reflexión y a la superación personal.
Las obras en exhibición reflejan un proceso creativo que, según Perezagua, requiere mucho esfuerzo y revisión: «Es un fiel reflejo de nuestra vida, no todo ocurre a la primera y tenemos que continuar esforzándonos con ese espíritu de superación». En un contexto de incertidumbre, el artista invita a mantener la mirada fija en el futuro.
Sonseca, su núcleo creativo, también hace eco en sus obras. Muchos de sus cuadros evocan paisajes de Castilla y la Sierra de Marjaliza, que han dejado una profunda huella en su trabajo. Perezagua sostiene que todas las piezas de la muestra comparten elementos en común, como el uso de texturas y formas diseñadas para conectar emocionalmente con el espectador.
El artista confiesa su afinidad por el Informalismo y por obras de artistas referentes como Saura, Lucio Muñoz y Millares, quienes también indagaron en la conexión con la materia y las texturas. Mirando hacia el futuro, Perezagua se compromete a seguir extrayendo valor de objetos cotidianos para otorgarles nueva vida y formas artísticas.
La propuesta de Perezagua abarca tanto lo lírico como lo matérico, inspirándose en las corrientes históricas del movimiento El Paso, pero desarrollando una visión propia que evita caer en fórmulas convencionales. Su estilo se caracteriza por la fusión de elementos que crean un espacio creativo único donde se entrelazan la vanguardia y nuevas exploraciones artísticas.
Finalmente, el artista se muestra optimista respecto al panorama de la producción artística en Castilla-La Mancha, destacando el talento joven que aún queda por descubrir. Con un «denominador quijotesco» que define a la región, Perezagua considera que hay un gran potencial creativo por explorar.
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