El Gobierno de Castilla-La Mancha ha adoptado una posición unificada en relación con las alegaciones sobre el AVE Madrid-Lisboa en su trayecto por Toledo. En sus observaciones, el Ejecutivo regional sostiene que las modificaciones propuestas en la alternativa Toledo Exterior no representan un cambio significativo en el estudio informativo, ya que los ajustes se encuentran dentro del corredor elegido y no alteran de manera considerable el trazado original.
Las alegaciones se enfocan en la separación de los servicios Avant y AVE, subrayando la ubicación del apeadero de Santa María de Benquerencia, que se sitúa en los terrenos del antiguo Matadero para las paradas del AVE. Desde el Gobierno regional se argumenta que la alternativa Toledo Central es inviable desde los puntos de vista técnico, visual y patrimonial, en tanto que la alternativa Toledo Exterior se puede mejorar. Esta opción podría ubicar la nueva estación más cerca de la actual estación de Santa Bárbara, que es parte del eje principal de movilidad de Toledo, además de evitar la construcción de un costoso túnel en la zona de ‘Pinedo’.
Según la propuesta, la nueva estación se situaría frente al matadero municipal, el mercado y el centro comercial Luz del Tajo, utilizando terrenos que el Ayuntamiento de Toledo ha ofrecido, con una superficie aproximada de 15.000 metros cuadrados. El plan contempla que la nueva estación esté más cerca del núcleo de movilidad de la ciudad, entre los barrios de Santa Bárbara y Santa María de Benquerencia, y a más de dos kilómetros de las áreas protegidas visualmente por el Plan Especial del Casco Histórico de Toledo.
Además, el Gobierno resalta la importancia de definir la accesibilidad a la nueva estación en el estudio informativo, de manera similar a lo que se ha llevado a cabo para la alternativa Toledo Central. Esto incluiría diversos proyectos en desarrollo que mejorarán la conectividad tanto vial como peatonal entre los barrios adyacentes.
Las alegaciones también indican que la estación histórica de Santa Bárbara seguirá siendo la principal terminal ferroviaria de la ciudad, atendiendo la mayor parte del tráfico, especialmente los desplazamientos diarios hacia Madrid, mientras que la nueva estación en el polígono de Santa María de Benquerencia funcionará como un espacio secundario para trayectos de larga distancia.
Se ha proyectado una conexión ferroviaria que facilitará el tránsito hacia la actual estación de Toledo, seguida de un trazado en curva que evitará interferir con la zona de flujo del río Tajo. Este nuevo viaducto tendrá una longitud de 2.105 metros, que es menor que el de la alternativa Toledo Exterior, y cruzará las carreteras sin generar intrusión visual en la ciudad.
En relación al patrimonio cultural, el Gobierno ha indicado que el estudio informativo no ha evaluado de manera adecuada los bienes culturales implicados. Los elementos de la alternativa Toledo Exterior no son considerados de interés cultural, mientras que la alternativa Toledo Central podría afectar a bienes de gran importancia histórica, infringiendo las normativas del Plan Especial del Casco Histórico de Toledo que establecen limitaciones en la altura de las edificaciones.
Las alegaciones también resaltan que el trazado de la alternativa Toledo Central podría impactar negativamente el desarrollo urbanístico de áreas residenciales cercanas y crear barreras difíciles de superar en zonas con alto tránsito de personas.
Por último, el Gobierno regional ha enfatizado la necesidad de incluir análisis de demanda y funcionalidad en el informe, subrayando la importancia de entender el potencial de usuarios del nuevo servicio ferroviario. También se menciona la problemática hidrológica, señalando que la estación de Santa Bárbara y su futura ampliación estarían ubicadas en zonas propensas a inundaciones.
La información se publicó originalmente en Diario de Castilla-La Mancha.
