Un reciente estudio llevado a cabo por especialistas en conservación alimentaria ha arrojado luz sobre la forma más efectiva de almacenar frutas y verduras en el hogar para mantener su frescura y extender su vida útil. La investigación destaca que la manera en que se almacenan estos productos frescos puede influir considerablemente en su deterioro.
El informe sugiere que el refrigerador es fundamental para la conservación de una variedad considerable de frutas y verduras, aunque resalta que no todas estas deben ser guardadas bajo las mismas condiciones. Frutas como las manzanas y verduras como las zanahorias prosperan en ambientes más fríos, mientras que tomates y patatas requieren temperaturas más templadas para preservar su sabor y textura.
Ubicar las frutas y verduras en el cajón del refrigerador, diseñado para mantener un nivel óptimo de humedad, es altamente recomendable. También se aconseja evitar amontonarlas en exceso, ya que esto podría provocar magulladuras que aceleran la descomposición.
Una recomendación crucial es separar ciertos alimentos debido al etileno que emiten algunas frutas, como las manzanas, que puede acelerar la maduración de otros productos sensibles, tales como aguacates y plátanos. Por lo tanto, mantener las manzanas alejadas de estos productos es beneficioso.
Respecto a la limpieza, el estudio destaca que lavar las frutas y verduras antes de almacenarlas no es lo mejor, dado que la humedad residual puede inducir el crecimiento de moho. Es más aconsejable limpiarlas justo antes de su consumo.
Finalmente, se enfatiza la importancia de verificar regularmente los alimentos almacenados, retirando aquellos en mal estado. Esta práctica no solo conserva la frescura de los otros productos, sino que también ayuda a reducir el desperdicio de alimentos.
Siguiendo estas directrices, los consumidores pueden alargar la frescura de sus productos vegetales, disfrutándolos en su mejor estado y aprovechando al máximo sus nutrientes.
