La sostenibilidad en el sector inmobiliario español ha pasado de ser una tendencia emergente a convertirse en un aspecto crucial. Impulsado por una creciente conciencia ambiental, el mercado experimenta una notable transformación hacia la demanda de viviendas sostenibles. Según las previsiones, esta demanda crecerá un 30% para el próximo año, con un 60% de los compradores reconociendo la sostenibilidad como un criterio clave en su decisión de compra.
La inmobiliaria K&N Elite se ha destacado en este cambio, observando un aumento significativo en el interés por propiedades sostenibles, especialmente entre jóvenes compradores y nuevos constructores. Rafael Santana, su director en Madrid, ve este interés como un paso necesario y beneficioso para el sector. Santana destaca cómo el apoyo gubernamental, a través de planes de recuperación y rehabilitación, prepara a España para ser líder en construcción sostenible. Sin embargo, también reconoce que el 70% de las viviendas en el país necesita reformas para cumplir con los estándares europeos de eficiencia energética para 2030.
Entre las principales tendencias en arquitectura sostenible se encuentran el diseño pasivo, que maximiza el uso de energía natural, y el ecológico, que incorpora elementos como techos y muros verdes. Materiales sostenibles como la madera certificada y el bambú son cada vez más valorados. Además, el diseño biofílico gana terreno por su enfoque en la conexión con la naturaleza.
La rehabilitación de edificios históricos y el uso de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y la realidad aumentada, están redefiniendo la industria. Modelos habitacionales como el «build to rent» y el derecho de uso están fomentando comunidades colaborativas y sostenibles.
El Gobierno de España, consciente del papel crucial que juega la sostenibilidad, ha destinado inversiones significativas en la mejora de la eficiencia energética de los edificios. Estas medidas no solo prometen un impacto positivo en el medio ambiente, sino también beneficios económicos al reducir costos y aumentar el valor de las propiedades. Además, contribuyen al impulso de la economía local mediante el uso de materiales sostenibles, consolidando un futuro más verde y próspero para el sector inmobiliario en el país.
