En la vida cotidiana, el lavavajillas se ha convertido en una herramienta esencial para facilitar las tareas del hogar, ofreciendo un ahorro significativo de tiempo y esfuerzo. Sin embargo, su uso incorrecto puede disminuir su eficiencia y comprometer la limpieza de la vajilla. Javier Martín, técnico especializado con una trayectoria de más de quince años, identifica los cinco errores más comunes que cometemos al utilizar este aparato y comparte consejos para evitarlos.
Uno de los principales errores es la sobrecarga del lavavajillas. Muchos usuarios creen que llenar el aparato al máximo es más eficiente en términos de consumo de tiempo y energía, pero esta práctica obstruye la circulación adecuada del agua y del detergente, dejando los platos mal lavados. Martín sugiere que se sigan las guías de carga del fabricante, distribuyendo los utensilios de manera que no se amontonen, para garantizar resultados óptimos.
Otro hábito incorrecto frecuente es no enjuagar los platos antes de colocarlos dentro del lavavajillas. Si bien estos aparatos están diseñados para manejar restos de alimentos, un exceso puede obstruir los filtros, dificultando el desempeño del equipo. Un enjuague rápido no solo mejora la eficiencia del lavado, sino que también alarga la vida útil del electrodoméstico.
El uso desmedido de detergente es otro error común. Algunos piensan que una mayor cantidad de detergente resultará en una limpieza superior, pero esto genera residuos en la vajilla y puede afectar el funcionamiento del lavavajillas. Es importante adherirse a las recomendaciones de la etiqueta y elegir productos de alta calidad.
La disposición incorrecta de los elementos dentro del lavavajillas también es un problema habitual. Si los utensilios se colocan inadecuadamente, el agua no logrará alcanzar todas las áreas necesarias. Martín aconseja asegurarse de que los platos y cubiertos estén colocados de manera que permitan el acceso directo del agua, y evitar que los artículos grandes bloqueen los aspersores.
Por último, muchos usuarios descuidan el mantenimiento regular del lavavajillas. Limpiar filtros y aspersores, así como realizar un ciclo de limpieza vacío con vinagre o un limpiador específico al menos una vez al mes, es esencial para mantener el aparato en condiciones óptimas. La prevención es clave: un cuidado adecuado puede evitar costos y problemas en el futuro.
Evitar estos errores no solo garantiza un mejor rendimiento del lavavajillas en cada ciclo de lavado, sino que también contribuye a su funcionamiento prolongado y eficiente, afirmando su papel como un recurso valioso en las tareas del hogar.


