El Gobierno regional ha destacado la relevancia de la recogida selectiva de residuos y su adecuada gestión, resaltando su impacto tanto en la protección del medio ambiente como en la generación de riqueza y el equilibrio social en la región.

Esta afirmación fue hecha por la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, durante la instalación de un contenedor destinado a la recogida selectiva de residuos textiles en la sede de la Consejería en Toledo. Gómez estuvo acompañada por la directora general de Economía Circular y Agenda 2030, Esther Haro; la secretaria general de Cáritas Diocesana de Toledo, Mónica Moreno; y el gerente de Inserta Toledo, Francisco Villacampa.

En este marco, la consejera subrayó que la región está avanzando en la modernización y profesionalización de la gestión de residuos gracias al recién aprobado Plan de Prevención y Gestión de Residuos de Castilla-La Mancha 2030. Este plan tiene como objetivo contribuir a la protección del medio ambiente, proteger la salud de las personas, fomentar la economía circular mediante la reutilización y el reciclaje, y mitigar los efectos del cambio climático.

Gómez recordó que el plan fue elaborado con la colaboración de la sociedad castellanomanchega, incluyendo entidades locales, consorcios de residuos, empresas gestoras, asociaciones y diversas federaciones de la región.

Castilla-La Mancha es una de las pocas comunidades autónomas que ha recibido una evaluación positiva de la Comisión Europea, cumpliendo al 100% con las directivas de la legislación de residuos de la UE. “El plan implicará inversiones de 26,5 millones de euros, cofinanciadas con fondos FEDER, dirigidas a modernizar la gestión de nuestros residuos y concienciar sobre la prevención de su generación”, añadió.

El papel de las entidades sociales en la circularidad del residuo textil

Gómez reconoció la importancia de las entidades sociales en la transición hacia una economía circular en la industria textil, agradeciendo especialmente a Cáritas Diocesana de Toledo “el trabajo que realizan en inserción sociolaboral y su labor en la gestión y recuperación de residuos textiles”, que se lleva a cabo a través de sus tiendas de segunda mano ‘Moda-Re’ en la región, incluyendo dos en la provincia, en Toledo y Talavera.

La consejera hizo un llamamiento a la ciudadanía para que apoyen la separación de residuos desde los hogares mediante los contenedores rojos, promoviendo así la reutilización de textiles y aportando al mercado de segunda mano. También destacó la importancia de cumplire con el Plan regional de residuos de Castilla-La Mancha mediante el uso de estos contenedores, muchos de los cuales provienen de entidades de economía social como Cáritas.

Cáritas cuenta con 560 contenedores de recogida selectiva textil en Castilla-La Mancha (160 en la provincia de Toledo) y emplea a 58 personas en cuatro empresas de inserción dedicadas a la reutilización textil, de las cuales 36 son personas en riesgo de exclusión social. En 2023, se recogieron más de 3.177 toneladas de residuos textiles.

Impulsando un sistema textil sostenible y circular

La consejera también compartió información sobre los residuos textiles en España y en Castilla-La Mancha, así como los objetivos establecidos para mejorar su tratamiento. En España se generan cerca de 900.000 toneladas de residuos textiles, de los cuales solo un 12% se recogen de manera selectiva. En Castilla-La Mancha, los textiles constituyen uno de los componentes más significativos de los residuos municipales, representando el 7,65% del total, con un preocupante 98,2% de estos residuos que terminan en vertederos sin posibilidad de reciclaje.