El Gobierno de Castilla-La Mancha ha estado trabajando en diversas actuaciones para proteger a la avifauna en la región, centrándose especialmente en evitar las colisiones y electrocuciones en las líneas eléctricas. Con una inversión cercana a los 10,7 millones de euros en los últimos años, se han adaptado y corregido 5.118 apoyos en tendidos eléctricos considerados peligrosos para las aves amenazadas y protegidas. Además, se ha anunciado una nueva convocatoria para sumar otros 500 apoyos a esta iniciativa.
La directora general de Medio Natural y Biodiversidad, Susana Jara, destacó la importancia de estas acciones durante su visita a la adecuación de uno de estos tendidos en Escalonilla, Toledo. La inversión en este caso fue de 24.363,70 euros y permitió la adaptación de siete apoyos que representaban un riesgo potencial para especies como el buitre negro y el águila perdicera.
Estas medidas tienen como objetivo principal reducir la mortalidad de las aves rapaces y otros animales, siendo las colisiones y electrocuciones la principal causa de muerte. Castilla-La Mancha es una zona importante para la avifauna migratoria y cuenta con un medio natural favorable para muchas especies. Por ello, el Gobierno regional ha asumido la responsabilidad de conservar este patrimonio natural.
En total, se han destinado alrededor de 10,7 millones de euros para estas actuaciones, beneficiando a 247 personas y entidades. Con la nueva convocatoria de un millón de euros publicada recientemente, se espera poder adaptar otros 500 apoyos eléctricos. Los interesados en solicitar estas ayudas tienen dos meses para hacerlo a partir del 8 de agosto.
Los resultados de estas acciones han sido positivos, logrando reducir en más de la mitad el número de electrocuciones entre 2019 y 2023 en las áreas donde se ha intervenido. Estos esfuerzos son fundamentales para la conservación de la avifauna en Castilla-La Mancha, contribuyendo al incremento de especies como el águila imperial.
En resumen, el Gobierno regional está invirtiendo recursos significativos en la protección de las aves, evitando colisiones y electrocuciones en las líneas eléctricas. Estas acciones son vitales para preservar la biodiversidad y garantizar un futuro sostenible para las especies de aves en la región.
