Abelardo Carrillo, presidente de la Asociación Nacional Interprofesional de Plantas Aromáticas y Medicinales (Anipam), ha expresado su preocupación por la grave crisis de precios que está afectando al sector de las plantas aromáticas y medicinales, lo que podría tener consecuencias devastadoras si no se recibe el apoyo necesario. Carrillo ha destacado la importancia de esta industria para el turismo rural y ha subrayado la necesidad de garantizar la autenticidad de los productos de aceites esenciales en comparación con los sintéticos.
Previo a su reunión con el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Toledo, Julián Martínez Lizán, Carrillo ha instado a la administración a ayudar al sector a diferenciar claramente sus productos naturales puros de las alternativas sintéticas. Ha señalado que la producción nacional de lavanda y lavandín abarca unas 10.000 hectáreas, siendo Castilla-La Mancha la región que alberga la mitad de estos cultivos y el 95% de los productores.
Carrillo ha resaltado que el costo de producción de un kilo de aceite esencial está entre 18 y 20 euros, pero actualmente el mercado solo ofrece entre 10 y 11 euros, lo que conlleva a una pérdida de la mitad de los costes de producción. Aunque no está claro el motivo de esta distorsión de precios, Carrillo ha indicado que puede ser debido al excesivo crecimiento del sector, la falta de demanda frente a la oferta y la competencia de los aceites sintéticos.
Por su parte, el consejero Martínez Lizán ha reconocido la importancia de los cultivos de lavanda y lavandín, especialmente en las zonas de Guadalajara y Cuenca, y se comprometió a apoyar al sector para mejorar los acuerdos y lograr una mayor rentabilidad para los agricultores. Ha mencionado las tres rondas de ayudas regionales en Castilla-La Mancha para el sector, así como las subvenciones disponibles a través de la Política Agrícola Común (PAC) para aquellos que cultivan en áreas no cosechadas o como espacios de biodiversidad.
El consejero ha enfatizado la importancia de que los consumidores tomen decisiones conscientes sobre los productos que adquieren, entendiendo las garantías de seguridad y calidad asociadas con los productos naturales, que aunque más caros, son preferibles a las esencias químicas artificiales producidas en laboratorios. Esta declaración destaca la importancia de preservar la esencia natural de la lavanda, la calidad del producto y la transparencia para el consumidor, a pesar de los desafíos actuales.